TERCER CAPÍTULO
Cuando nuestra Alma se vuelve a encontrar en el mismo lugar, a la misma hora y con la mismas personas, podemos llegar a pensar que las situaciones, los acontecimientos y nuestro estado puede volver a REPETIRSE, y sin embargo, si movemos aunque solo sea “una pieza de todo el puzzle”, los RESULTADOS son muy DIFERENTES de lo que esperábamos o imaginábamos.
Como cualquier lunes de cualquier persona trabajadora que empieza cualquier semana laboral, el sentimiento del “día de la Marmota” puede ocupar nuestro pensamiento si nos dejamos vencer por esa sensación y tenemos alguna “obligación” que cumplir: trabajar, estudiar, rehabilitarse... No es cuestión de LUCHAR sino de ACTUAR para que ese lunes, con tan sólo un leve movimiento, haga que parezca un “San Viernes”.
Ese lunes llegué bastante recuperada del fin de semana y parecía que me sentaba mejor no ir a la “sala de los sueños” durante dos días, que asistir de lunes a viernes. Era como hacer una maratón entre semana para recuperarme el sábado y el domingo.
Para intentar averiguar lo que mi cuerpo me estaba diciendo a gritos esa primera semana de REHABILITAR mi SER, empecé a observar como se encontraba mi cuerpo después de cada aparato que me ponían y en que momento me venía ese tremendo cansancio después de pasar por él. A los pocos días me hice consciente que había uno de los aparatos que automáticamente después de recibir “sus ondas”, me quedaba como si hubiera subido al Everest de un tirón…
Algo pasaba “anormal” que me hizo tomar la decisión de decirle a Alma Joven, profesional de la rehabilitación, que me sentía muy cansada después de uno de los “aparatitos que hacen cosquillas”, con el riesgo de quedar como "listilla o sabelotodo" sobre mis teorías de las consecuencias de ese “aparatito” en mi cuerpo. Me “arriesgué” a decirle a una profesional de la rehabilitación lo que yo sentía, crucé el muro del MIEDO, y cuál fue mi sorpresa al recibir su respuesta:
- “puede ser, a un chico también le pasaba lo mismo que cuentas”.- dijo Alma Joven
Qué cosas, ¿no?, cuantas veces tenemos MIEDO de EXPRESAR lo que SENTIMOS por MIEDO a la RESPUESTA del otro, sin ser CONSCIENTES que la VERDAD o nuestra VERDAD de lo que sentimos, puede estar en consonancia con la VERDAD UNIVERSAL de la que forma parte la VERDAD del/a otr@.
Por dejar de prestar atención a algo que nuestro cuerpo nos dice, no deja de existir, todo lo contrario, cuando pasa el tiempo, nos vuelve a recordar con una nueva dolencia, que es consecuencia de la desatención de la anterior. Os lo dice una especialista en ir acumulando dolencias corporales...Esto me ayuda para hacerme cada día más CONSCIENTE de cada uno de “los mensajes” que me manda y la DEDICACIÓN que ellos necesitan según su intensidad.
Me siento AFORTUNADA porque desde hace casi 3 años he podido DEDICARLE a mi cuerpo, a mis emociones, a mis pensamientos y como consecuencia, a mi Alma “todo el tiempo del mundo”. Y aprovechando que “inconscientemente” hablo de mi Alma, a la que bauticé hace unos días con mi nombre de nacimiento en esta vida, María Jesús, me vino que este capítulo, es para ese nombre del que tanto he renagado durante toda mi vida, es el REGALO que me hago a mi misma, pues yo también formo parte de esas Almas dolidas de la “sala de los sueños”.
María Jesús estaba dormida, desaparecida, apagada, agotada, “muerta en vida”…y posiblemente continúo DOLIDA sino, creo que dejaría de asistir a la “sala de los sueños” a rehabilitar mi cuerpo de vez en cuando. De repente, después de muchos años, médicos, psicólogos, dolencias diferentes, etc, me pusieron mi primera “etiqueta”, como en el Facebook cuando algun amigo nos etiqueta. RESPIRÉ profundamente cuando por fin, alguien puso nombre a lo que me pasaba y con esto empecé un proceso de TRANSFORMACIÓN INTERNA que continúa en el día de hoy.
Con esta primera palabra, algo desconocida para mí que me asignaba la etiqueta de enferma crónica para mi día a día, empezó una búsqueda constante de INFORMACIÓN tanto fuera como dentro de mi y con el tiempo empecé a hacerme CONSCIENTE del “PARA QUÉ?” habían venido a mí estás afecciones de la Salud que ni siquiera aparecían en el “Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española”.
En estos últimos años, me he ido sorprendiendo a mi misma, como a medida que pasaba el tiempo, mi forma de “vivir en cronicidad” ha ido “progresado adecuadamente (P.A)”, transmitiendo a las personas que se ponía en contacto conmigo por primera vez y me manifestaban su “necesidad de mejorar (N.M)” como nuev@ afectad@, que me sentía AGRADECIDA que estas afecciones hubieran llegado a mi vida a pesar de “lo negativo” que ellas implican. A medida que contactaba con gente diferente me daba la impresión de que estaba haciendo “una campaña publicitaria” sobre lo POSITIVO que me habían traído a mi vida, a pesar de “los días de vacas flacas” que paso como “tod@ hij@ de vecin@”.
Es curioso como las personas nos quedamos “fuera de juego” cuando alguien que está con su “salud delicada” manifiesta su ALEGRÍA pero aún me continúa sorprendiendo más como tenemos MIEDO a que alguien también exprese su TRISTEZA o sus “días de vacas flacas”, lo evitamos, lo rehuimos, lo ignoramos o “cambiamos de conversación” para quitarle importancia a esa EMOCIÓN. CREO que es BÁSICO y NECESARIO vivir cada una de las EMOCIONES que vienen a nosotr@s, las agradables y las desagradables, con toda INTENSIDAD para poder desprendernos y no apegarnos, o quedarnos enganchad@s a ellas, simplemente que fluyan dentro de nosotr@s sin poner RESISTENCIA. Ésta es otra de las “campañas publicitarias” a las que seguiré fiel pues en mí, he vivido sus efectos maravillosos.
A pesar de “parecer” que TODO se REPITE o permanece INMOVIL, creyendo vivir una vez más “el día de la Marmota” por cualquier causa: porque es lunes, porque la salud empeora, porque aparecen más obstáculos, porque alguien se fue de nuestra vida de “malas maneras” o “en silencio”…etc, me hago CONSCIENTE que AGRADECIENDO una sola cosa de lo que tenemos en esos “días de la Marmota”, nuestra Alma, mi Alma se ilumina, brilla para nosotr@s, para mí y para los demás, llegando a convertirse ese día en “el día de la OPORTUNIDAD”.
CONTINUARÁ...o no...jajaja
P.D.: AGRADEZCO a mi Ángel de la Guarda su ACOMPAÑAMIENTO, al Universo, al Creador, a Dios, a Buda o la Vida (como cada uno guste), que me protege y me da LUZ, también AGRADEZCO a mi CUERPO por ser HONESTO conmigo cuando me HABLA y a mi nombre Maria Jesús, que tantas enseñanzas me ha traído.
Majeito (Septiembre 2009)
ENLACE de INTERÉS:
Como cualquier lunes de cualquier persona trabajadora que empieza cualquier semana laboral, el sentimiento del “día de la Marmota” puede ocupar nuestro pensamiento si nos dejamos vencer por esa sensación y tenemos alguna “obligación” que cumplir: trabajar, estudiar, rehabilitarse... No es cuestión de LUCHAR sino de ACTUAR para que ese lunes, con tan sólo un leve movimiento, haga que parezca un “San Viernes”.
Ese lunes llegué bastante recuperada del fin de semana y parecía que me sentaba mejor no ir a la “sala de los sueños” durante dos días, que asistir de lunes a viernes. Era como hacer una maratón entre semana para recuperarme el sábado y el domingo.
Para intentar averiguar lo que mi cuerpo me estaba diciendo a gritos esa primera semana de REHABILITAR mi SER, empecé a observar como se encontraba mi cuerpo después de cada aparato que me ponían y en que momento me venía ese tremendo cansancio después de pasar por él. A los pocos días me hice consciente que había uno de los aparatos que automáticamente después de recibir “sus ondas”, me quedaba como si hubiera subido al Everest de un tirón…
Algo pasaba “anormal” que me hizo tomar la decisión de decirle a Alma Joven, profesional de la rehabilitación, que me sentía muy cansada después de uno de los “aparatitos que hacen cosquillas”, con el riesgo de quedar como "listilla o sabelotodo" sobre mis teorías de las consecuencias de ese “aparatito” en mi cuerpo. Me “arriesgué” a decirle a una profesional de la rehabilitación lo que yo sentía, crucé el muro del MIEDO, y cuál fue mi sorpresa al recibir su respuesta:
- “puede ser, a un chico también le pasaba lo mismo que cuentas”.- dijo Alma Joven
Qué cosas, ¿no?, cuantas veces tenemos MIEDO de EXPRESAR lo que SENTIMOS por MIEDO a la RESPUESTA del otro, sin ser CONSCIENTES que la VERDAD o nuestra VERDAD de lo que sentimos, puede estar en consonancia con la VERDAD UNIVERSAL de la que forma parte la VERDAD del/a otr@.
Por dejar de prestar atención a algo que nuestro cuerpo nos dice, no deja de existir, todo lo contrario, cuando pasa el tiempo, nos vuelve a recordar con una nueva dolencia, que es consecuencia de la desatención de la anterior. Os lo dice una especialista en ir acumulando dolencias corporales...Esto me ayuda para hacerme cada día más CONSCIENTE de cada uno de “los mensajes” que me manda y la DEDICACIÓN que ellos necesitan según su intensidad.
Me siento AFORTUNADA porque desde hace casi 3 años he podido DEDICARLE a mi cuerpo, a mis emociones, a mis pensamientos y como consecuencia, a mi Alma “todo el tiempo del mundo”. Y aprovechando que “inconscientemente” hablo de mi Alma, a la que bauticé hace unos días con mi nombre de nacimiento en esta vida, María Jesús, me vino que este capítulo, es para ese nombre del que tanto he renagado durante toda mi vida, es el REGALO que me hago a mi misma, pues yo también formo parte de esas Almas dolidas de la “sala de los sueños”.
María Jesús estaba dormida, desaparecida, apagada, agotada, “muerta en vida”…y posiblemente continúo DOLIDA sino, creo que dejaría de asistir a la “sala de los sueños” a rehabilitar mi cuerpo de vez en cuando. De repente, después de muchos años, médicos, psicólogos, dolencias diferentes, etc, me pusieron mi primera “etiqueta”, como en el Facebook cuando algun amigo nos etiqueta. RESPIRÉ profundamente cuando por fin, alguien puso nombre a lo que me pasaba y con esto empecé un proceso de TRANSFORMACIÓN INTERNA que continúa en el día de hoy.
Con esta primera palabra, algo desconocida para mí que me asignaba la etiqueta de enferma crónica para mi día a día, empezó una búsqueda constante de INFORMACIÓN tanto fuera como dentro de mi y con el tiempo empecé a hacerme CONSCIENTE del “PARA QUÉ?” habían venido a mí estás afecciones de la Salud que ni siquiera aparecían en el “Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española”.
En estos últimos años, me he ido sorprendiendo a mi misma, como a medida que pasaba el tiempo, mi forma de “vivir en cronicidad” ha ido “progresado adecuadamente (P.A)”, transmitiendo a las personas que se ponía en contacto conmigo por primera vez y me manifestaban su “necesidad de mejorar (N.M)” como nuev@ afectad@, que me sentía AGRADECIDA que estas afecciones hubieran llegado a mi vida a pesar de “lo negativo” que ellas implican. A medida que contactaba con gente diferente me daba la impresión de que estaba haciendo “una campaña publicitaria” sobre lo POSITIVO que me habían traído a mi vida, a pesar de “los días de vacas flacas” que paso como “tod@ hij@ de vecin@”.
Es curioso como las personas nos quedamos “fuera de juego” cuando alguien que está con su “salud delicada” manifiesta su ALEGRÍA pero aún me continúa sorprendiendo más como tenemos MIEDO a que alguien también exprese su TRISTEZA o sus “días de vacas flacas”, lo evitamos, lo rehuimos, lo ignoramos o “cambiamos de conversación” para quitarle importancia a esa EMOCIÓN. CREO que es BÁSICO y NECESARIO vivir cada una de las EMOCIONES que vienen a nosotr@s, las agradables y las desagradables, con toda INTENSIDAD para poder desprendernos y no apegarnos, o quedarnos enganchad@s a ellas, simplemente que fluyan dentro de nosotr@s sin poner RESISTENCIA. Ésta es otra de las “campañas publicitarias” a las que seguiré fiel pues en mí, he vivido sus efectos maravillosos.
A pesar de “parecer” que TODO se REPITE o permanece INMOVIL, creyendo vivir una vez más “el día de la Marmota” por cualquier causa: porque es lunes, porque la salud empeora, porque aparecen más obstáculos, porque alguien se fue de nuestra vida de “malas maneras” o “en silencio”…etc, me hago CONSCIENTE que AGRADECIENDO una sola cosa de lo que tenemos en esos “días de la Marmota”, nuestra Alma, mi Alma se ilumina, brilla para nosotr@s, para mí y para los demás, llegando a convertirse ese día en “el día de la OPORTUNIDAD”.
CONTINUARÁ...o no...jajaja
P.D.: AGRADEZCO a mi Ángel de la Guarda su ACOMPAÑAMIENTO, al Universo, al Creador, a Dios, a Buda o la Vida (como cada uno guste), que me protege y me da LUZ, también AGRADEZCO a mi CUERPO por ser HONESTO conmigo cuando me HABLA y a mi nombre Maria Jesús, que tantas enseñanzas me ha traído.
Majeito (Septiembre 2009)
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