Deepak Chopra: pionero de la medicina holística
Deepak Chopra pide cambiar la conciencia personal y, así, la colectiva. El pionero de la medicina holística aboga por la acción social para crear un mundo justo, sostenible y en paz. Por Esther Mira
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Hasta hace poco, se asociaba a Deepak Chopra con la salud física y espiritual, la meditación, el yoga o el ayurveda, pero en los últimos tiempos, su mensaje se ha centrado en la paz en el mundo y en la necesidad de que se produzca un giro de conciencia global.
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Este enfoque ha tomado cuerpo en la Alianza para una Nueva Humanidad (ANH), una asociación creada con el fin de conectar a todas las personas y grupos que trabajan, mediante su transformación personal y la acción social, para crear un mundo justo, sostenible y en paz.
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La ingeniería interna de esta alianza es parecida al modo en que funcionan las células en el cuerpo humano o a sistemas tan contemporáneos como las redes virales de internet. Se trata aquí de crear una constelación global de células por la paz que consigan reparar el mundo. Por esa razón, en su seno hay organizaciones sin ánimo de lucro, grupos y personas que abogan por una mayor conciencia, la resolución de conflictos, el medio ambiente, la justicia social y económica y contra la pobreza. “Ya hay millones de personas trabajando en este sentido, pero no nos conocemos los unos a los otros. La ANH intenta ponernos en contacto y construir una masa humana crítica capaz de transformar el mundo con su actividad.”
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Este endocrinólogo y líder espiritual tiene una agenda de locura –recientemente aterrizó en Barcelona para la presentación en Europa de esta iniciativa bajo el paraguas del I Foro Humano Europeo–, pero asegura que todavía le queda tiempo para meditar todos los días alrededor de unas dos horas y media. Ha sido seleccionado por la revista Times entre los cien iconos y héroes del siglo XX, aunque sus inicios fueron obra del destino. “La verdad es que quería ser periodista o escritor, pero seguí el ejemplo de mi padre que era cardiólogo y estudié Medicina en New Jersey. El sistema americano, que sabe mucho del cuerpo y poco sobre el alma, me resultaba estresante. Empecé a estudiar meditación en Massachusetts y un día acudí con mi esposa a una conferencia que cambiaría mi vida, ya que allí coincidimos con Maharishi, líder del movimiento religioso Meditación Trascendental. Entablé conversación con él, me presentó a otra gente y me dijo: ‘Estás perdiendo el tiempo, tienes que fijarte en la conciencia. Vente a la India’. Acabábamos de comprar una casa en Boston y teníamos hijos pequeños. Rita, mi esposa, me preguntaba: ‘¿Cómo vamos a hacerlo?’ Pero el dinero vino sobre la marcha. Viajé varias veces a la India y conocí a diversos maestros. Poco a poco, pasé de entender la física a comprender que somos una parte en una relación mucho más amplia que es todo el ecosistema. Llegó un momento en que no podía elegir, ya no podía volver atrás.”
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Hoy recorre el mundo ofreciendo charlas y su convocatoria consigue dejar pequeñas salas y aforos de todo el mundo, sin olvidar su prolífica carrera como escritor, pues a sus 61 años lleva publicados más de 50 libros, que han sido traducidos a 35 lenguas. En su último título, El tercer Jesús: el Cristo que no podemos ignorar, ahonda en el dogma de la religión y en la reivindicación de un “Cristo cósmico” alejado de la estrechez del credo. Además, en sus centros de Nueva York y California se ofrecen exclusivos programas sobre ayurveda, meditación y yoga, se forma a profesores y se comercializa un catálogo propio de productos para el cuidado físico, emocional y espiritual.
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Aunar la medicina moderna con las creencias místicas ha sido siempre uno de sus objetivos, pero en los últimos años a su visión sobre la transformación personal ha sumado el desarrollo de una conciencia social. “Durante décadas –explicó a Integral–, ha quedado patente que, a menos que transformemos nuestra conciencia personal, no será posible un cambio humano global. Nuestros sistemas políticos, financieros y sociales son reflejo de nuestra conciencia colectiva. Todo lo que nosotros llamamos realidad es una proyección de nuestra conciencia: pensamientos, emociones, percepciones, relaciones sociales y con el medio ambiente, nuestro discurso y comportamiento y nuestra interacción con la naturaleza son todo proyecciones de nuestra conciencia. En lugar de solucionar cada cosa por separado, es importante tener en cuenta que la conciencia puede cambiarlo todo. El reto es crear una masa crítica para cambiar la conciencia y cambiar el diálogo interno para pasar de MÍ a NUESTRO. En lo profundo, no existe la individualidad. Ésta no funciona para el comportamiento del universo. Cuando pasamos de la conciencia personal a la colectiva es cuando funciona el cambio.”
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Deepak Chopra tiene suficiente poder como para entrevistarse con gobernantes y representantes de Naciones Unidas y para conversar sobre la paz con dirigentes de empresas tan influyentes como Gallup y Coca-Cola. Para muchos famosos de Hollywood, el autor de Las siete leyes espirituales del éxito es su gurú y su médico. Ahora, la historia o la simple casualidad ha querido que la ANH y el futuro presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, compartan algunas similitudes en sus filosofías de renovación y en sus lemas. La frase “Sé el cambio”, eslogan de la ANH, parece acuñada con el mismo espíritu con que se ha forjado el “Podemos” que ha llevado a Obama hasta la Casa Blanca. Son los nuevos aires que dan esperanza a los Estados Unidos y que también inspiran algunos de los más recientes anuncios publicitarios de grandes marcas. “Estamos asistiendo globalmente a la muerte de las instituciones económicas y financieras, pero este desastre también nos abre un mundo de oportunidades. Hay muchas creencias sobre nosotros y sobre los demás que se están derrumbando, como por ejemplo, que la tecnología nos da bienestar, que las armas nos otorgan seguridad o que el dinero nos proporciona la felicidad. La elección de Barack Obama es una buena señal y representa a nivel simbólico que ya estamos listos para superar ciertas limitaciones, como la raza o la diferencia étnica, y caminar hacia una nueva humanidad y más allá aún, hacia un mundo nuevo.”
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Desde una mirada a lo colectivo, tiene claras dónde están las raíces de la presente crisis económica: “De los 2.800 trillones de dólares que se mueven en el mundo, sólo un 2% nos aporta servicios y beneficios. El otro 98% están como en un casino. La crisis actual refleja una avaricia, un egoísmo y una conciencia colectiva nada recomendables. Muchas empresas lo reconocen y están tratando de cambiar. Otras se verán obligadas a hacerlo, pero la solución no llegará mañana.”
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Su lema “Tú cambias, el Universo cambia” es la actualización de las palabras ya pronunciadas por Ghandi: “Tú debes ser el cambio que quieres ver en el mundo.” Como apunta Chopra, “cuando hay gente suficiente, las cosas pueden cambiar. Nuestro objetivo no es legislar, sino cambiar conciencias. Para ello, necesitamos crear redes en los ámbitos de los medios de comunicación e información, el entretenimiento, la educación y los deportes”. Si Obama puede representar un salto cuántico en la conciencia de América, la ANH que lidera Deepak Chopra podría aglutinar a una amalgama de voluntades que aspiran a un nivel superior de conciencia y a una nueva era para la humanidad.
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Fuente: www.larevistaintegral.com
