A ESO...LLÁMALO
A eso de caer
y volver a levantarse,
de fracasar y volver a comenzar,
de seguir un camino
y tener que torcerlo,
de encontrar el dolor
y tener que afrntarlo.
A eso no lo llames adversidad,
llamaló SABIDURÍA.
A eso de saberte impotente,
de fijarte una meta
y tener que seguir otra,
de huir de una prueba
y tener que encararle,
de planear un vuelo
y tener que recortarlo,
de aspirar y no poder,
de querer y no saber,
de avanzar y no legar.
A eso no le llames castigo,
llamalé ENSEÑANZA.
A eso de pasar días juntos radiantes.
Días felices y días tristes.
Días de soledad y días de compañía.
A eso no lo llames rutina,
llamalé EXPERIENCIA.
A eso de que tus ojos miren
y tus oídos oigan,
y tu cerebro funcione
y tus manos trabajen,
y tu alma irradie,
y tu sensibilidad sienta,
y tu corazón ame.
A eso no lo llames poder,
llamalé MILAGRO.
SIGUE CONFIANDO
¿Por qué te confundes y agitas ante los problemas de la vida?
Deja el cuidado de todas tus cosas a tu LUZ y todo te irá mejor.
Cuando te abandonas en tu LUZ, todo se resolverá con tranquilidad
No te desesperes, no dirijas una oración agitada,
como si quisieras exigir el cumplimiento de tus deseos.
Cierra tus ojos y dite con calma: "mi LUZ, yo confío en tí".
Evita las preocupaciones y las angustias,
y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después.
No estropees los planes reservados para tí por el Universo,
queriendo imponer tus ideas mentales.
Déjate ser LUZ y actuar con libertad
Abandónate confiadamente en tu LUZ.
Reposa en tu LUZ y deja en ella tu futuro.
Dite frecuentemente: "mi LUZ, yo confío en tí".
Lo que más daño te hace es tu razonamiento,
tus propias ideas mentales, y querer resolver las cosas a su manera.
Déjate llevar en los brazos de tu LUZ, no tengas miedo, ella te ama.
Si crees que las cosas empeoran o se complican
a pesar de tu oración, SIGUE CONFIANDO.
Cierra los ojos del Alma y confía.
Tu LUZ necesita las manos libres para poder obrar.
No las ates con tus preocupaciones inútiles.
Las fuerzas de la oscuridad quieren eso:
agitarte, angustiarte, quitarte la PAZ.
CONFÍA en tu LUZ, abandónate en ella.
No te preocupes, echa tus angustias y duerme tranquilamente.
Dite siempre: "mi LUZ, yo confío en tí",
y verás grandes milagros.
Te lo prometo por mi AMOR.
Texto adaptado por María Jesús (Maje)
